MADAME KIROWSKA:
TEATRO BIEN HECHO O EL MÉRITO DE JULIE DE GRANDY
Por WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ
El más reciente estreno de Habanafamaresulta un punto a favor de la compañía que —bajo la dirección general y artísticade Juan Roca—descuella por el estreno y representación de la pieza del dramaturgo cubano Héctor Santiago (La Habana, Cuba, 1944).
A algunos quizá les parezca exagerado mi anterior aserto, puesMadame Korowskase inscribe en lo que, desde el siglo XIX, los historiadores y estudiosos europeos definen estéticamente«teatro burgués»; mas —tal he afirmado en esta web al analizar otras puestas— no tengo prejuicios con ningún género escénico ni estoy en contra deninguna tendencia, ya que lo fundamental radica en que lo creado, como esta ocasión, seauna buena pieza y, en consecuencia, genuino arte.
De entrada, debo decir que a algunos el nombre de Héctor Santiago no les dirá demasiado. Seguramente su alejamiento de la vida escénica nacional (por su ya lejana partida de la capital cubana) contribuyó a tal desconocimiento y olvido;sin embargo, el autor se graduaríaen el Seminario de Dramaturgia Nacional de Cuba —donde surgirían, entre otras figuras de la mejor dramaturgia cubana: el hoy Premio Nacional de Teatro, Eugenio Hernández Espinosa; Gerardo Fulleda León, Nicolás Door y el ya desaparecido José Ramón Brene, quienes constituyen la primera generación de dramaturgos cubanos a partir de 1959.
EL AUTOR, LA OBRA, SU FINALIDAD
Héctor Santiago no sólo ha descollado por su dramaturgia; en la escena, además,ha participado como actor y director. Pero también ha fungido comocoreógrafo, bailarín,asesor literario, novelista, y pintor.
Con 100 obras escritas, ha publicado nueve, se han montado diez en Estados Unidos, México, Brasil y Paraguay. Recibió el Premio Letras de Oropor su pieza Vida y pasión de La Peregrina, sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, estrenada por Teatro Avante de Miami (1998); y Habanafamaha incorporado a su repertorio otras obras suyas, como La diva en la octava casa, Balada de un verano en La Habana y En busca del paraíso (Dumé). Ha sido acreedor de los Premios ICRA del Instituto Cultural «René Ariza».Actualmente reside en Nueva York.
Si bien el crítico no conoce muchas de sus piezas, en el caso de Madame Korowska,el destacado autor vota por una dramaturgia conceptual de honda resonancia, en la que el público (anagnórisis mediante) conozca y se reconozca a través de los sentimientos y estremecimientos, pasiones y compasiones, entre otros aspectos de la conciencia y el pensamiento humanos que, reflejados por su dramaturgia, constituyen, a fin de cuentas, como de toda la literatura, el fin último de la escena, como del arte todo, toda vez que colabora con una mejor (auto) comprensión de los humanos.
NATURALEZA DE MADAME KIROWSKA
En el programa de mano, se define al personaje central (Madame Kirowska) como bohemia y aventurera, loca y libertina, causante de grandes escándalos... por poseer un vasto expediente como amante de jeques, toreros, príncipes y reyes; pero ello no mengua su profundo humanismo, dotado de cálida ternura, los que expresa en el cuidado de su nieto (Albio), al que criara desde la muerte de su única hija.
Mas, en esta sencilla y, ¿por qué no?, convencional trama que —tal bien se apunta igualmente en las notas del programa—posee puntos de contacto con la romántica Pigmalión, de la que surgiera la clásica comedia musical Myfair lady, cuyo protagónicoha sido protagonizado en el cine por excelentes cantantes y actrices.
Una chica —por más señas prostituta (y nieta de un ex amante de la Kirowska)llega a la vida del joven e inexperto arquitecto—y logra cambiar su medio de vida, con el apoyo de laconcupiscenteabuela, quien se vale de nobles ardides (que en apariencia recuerdanmecanismos de novelas del corazón), pero —atención—: tras la aparente sencillez de esta trama que ya llamé convencional, irá apareciendo la verdadera naturaleza de la carismática Madame Kirowska, quien se rodea de un micro mundo con el fin de proteger al nieto y la chica, lo que finalmente logra y el público, que ya intuía o esperaba ese final, queda satisfecho.
Mas, de cualquier modo, es plausible el superobjetivo de la pieza cuyo rico texto posee la suficiente calidad que nos recuerda algunos textos clásicos. De ahí, el mayor atractivo de la más reciente entrega de Juan Roca y su tándem. El centro radica en un plausible protagónico: el valioso desempeño de Julie de Grandy, quien nos entrega con lucidez su atractivo protagónico quequizás sea uno de los mejores momentos de su intenso quehacer escénico.
La secundan con aciertos parciales dos noveles actores: Jesika Marcano (la chica), poseedorade talento y ángel que presagian aún más logrados resultados; y Dennis Mencía (el nieto), quien debe laborar con mayor organicidad y soltura su personaje.
RESULTADOS
Como bien reseña,en sus Notas al programa, Juan Roca (a quien se deben, asimismo, la escenografía y la ambientación),el poético texto desenmascara las falsedades de la sociedad y rescata lo más hermoso de la esencia de la vida. He aquí, sin duda, el mayor atractivo del más reciente estreno de Havanafama, por lo que sugiero su pronto disfrute. Seguro que el ciberlector me agradecerá la sugerencia.
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